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La alcaldesa de Ciudad Real ha anunciado que el Ayuntamiento ha elaborado ya la propuesta de constitución de la Comisión Municipal para la accesibilidad y la creación de la Oficina Municipal para la Accesibilidad. Rosa Romero explicaba que ambos proyectos estarán integrados en la Concejalía de Urbanismo, y en concreto, en la Dirección General de Régimen Jurídico, y desarrollará funciones técnicas, estratégicas, de gestión y coordinación administrativa, necesarias para el desarrollo de actuaciones municipales relacionadas con la accesibilidad.

En el acto inaugural de la jornada Ciudad Real Accesible, organizada desde el Patronato Municipal de Personas con Discapacidad, la primer edil explicaba que lo que se pretende con esta Comisión es incidir en la correcta ejecución de las obras que se hagan en la ciudad, fomentar el diseño de espacios sin barreras, trabajar codo con codo con los ciudadanos y asociaciones de discapacitados, hacer una evaluación de las actuaciones que se pongan en marcha y crear programas de concienciación y educación ciudadana.

Rosa Romero se mostraba convencida que aunando esfuerzos y recursos, mejorarán las condiciones urbanísticas y físicas que hagan que las personas con alguna discapacidad, disfruten de las bondades de esta ciudad como uno más.

La alcaldesa también puso en valor el trabajo que ha realizado el Patronato Municipal de Discapacitados, en colaboración con la Asociación Ciudad Accesible, ONCE, Fuensanta y la Agrupación de Personas Sordas con alumnos de tres colegios de la capital, así como el estudio sobre la accesibilidad en el paisaje urbano de la capital elaborado por jóvenes estudiantes de la Escuela de Caminos.

Esta jornada sirvió además para recordar algunas de las actuaciones que se han hecho en materia de accesibilidad: activación de semáforos, las paradas y buses informativos, rebajes en los pasos de peatones, ensanchamiento de los acerados, nuevos parquímetros… etc.

Rosa Romero concluyó reiterando su compromiso para que las llamadas barreras arquitectónicas, no sean el límite que impida a estos ciudadanos, desarrollar una vida social plena y normalizada.