Asociación de Enfermos de Parkinson de Ciudad Real

La Asociación de Enfermos de Parkinson de Ciudad Real ha querido rendir homenaje a la fiesta de la Pandorga poniendo su granito de arena con la organización de un taller de mascarillas con el pañuelo de yerbas como protagonista. Un taller que contribuye a mejorar la psicomotricidad de los pacientes afectados por parkinson y otras enfermedades neurológicas como alzheimer, demencia, o deterioro cognitivo. 

Una iniciativa “que ayuda a los afectados a mejorar su psicomotricidad, y además ahondar en el desarrollo de las capacidades cognitivas al recordar la historia de esta fiesta tan emblemática, cómo la vivieron y la viven hoy”, destacaba María Aranda, coordinadora del taller y trabajadora social del centro.  

Pandorga Pandorga

“Para el Ayuntamiento es un privilegio poder acompañar a esta asociación porque ese es el espíritu que nosotros veíamos en esta fiesta, estamos atravesando unos circunstancias muy duras y nos podemos hacer grandes festejos, pero tampoco podemos pasar la fecha porque es algo que va en nuestra identidad como ciudadrealeños, porque es algo que va dentro de nuestra alma”, destacaba la concejala de Promoción Turística, Festejos y Tradiciones Populares, Eva María Masías, para quien la Pandorga tiene que tener ese gesto de recuerdo, y  sin llegar a hacer grandes actos “compartir esta reminiscencia  con la que están trabajando desde la asociación, ese recuerdo de la historia de la Pandorga y los propios recuerdos que los propios asociados van a compartir entre ellos”.

En definitiva, “una manera de decir que Ciudad Real no olvida sus costumbres, su tradición, no olvida su raíz, y su raíz, tradición y costumbre es celebrar la pandorga”, concluía Masías.

También para compartir e intercambiar experiencias en torno a esta fiesta, acudieron al taller la Dulcinea y el Pandorgo de Ciudad Real, quienes reconocían su sentimiento de tristeza. “El sentimiento va dentro, pero hay que ser consecuente con lo que está aconteciendo y nos estamos adaptando a las circunstancias, la verdad con ese sentimiento de tristeza pero con ganas de hacer cosas en la medida que se pueda y dando las gracias al Ayuntamiento y vecinos por su comportamiento y por qué no se pierda esta tradición”, destacaba Fátima de la Flor.

 

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