Presentación

La subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María Ángeles Herreros; la jefa provincial de Tráfico, Raquel García, y el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Ciudad Real, David Serrano, han informado esta mañana de las novedades en los límites de velocidad en zona urbana dentro de la normativa de circulación.

Un cambio que Ciudad Real ya acometió en su día, por lo que no tendrá consecuencias prácticas en la capital, donde ya estaban señalizados. Según recordaba el concejal de movilidad, en 2012 se implantó este límite en el interior de rondas, y en el año 2017 se amplió a toda la ciudad y todos los barrios eran zonas limitadas a 30 kilómetros hora, “con lo que calmamos el tráfico y conseguimos zonas más seguras e ir a un modelo de convivencia entre las diferentes alternativas modales”.

David Serrano

En 2018 además se aprobó que en las vías de 4 carriles se limitaran a 30 kilómetros los carriles exteriores, y en la Ronda, gracias a la colaboración de la Subdelegación del Gobierno con el Ministerio de Fomento, se obtuvo el permiso para tener ese carril derecho limitado también a 30”.

David Serrano destacaba como la sociedad va cambiando y también los medios de moverse. “Cada vez hay más alternativas y es importante que cada elemento sea responsable con los más vulnerables”.

El objetivo es que “cualquier personas en cualquier alternativa modal pueda llegar a cualquier lugar de la ciudad”, y en Ciudad Real “la experiencia es muy buena”, por lo que se mostraba a disposición de cualquier municipio que quiera conocer la experiencia de la capital “y que entre todos y todas podamos mejorar la vida de los que representamos y el futuro de los que somos responsables ahora mismo.”

El artículo 50 del Reglamento General de Circulación que entra en vigor hoy, 11 de mayo, establece los nuevos límites genéricos de velocidad en las vías urbanas y travesías:

  • 20 kilómetros por hora. Velocidad máxima permitida en calles que dispongan de plataforma única de calzada y acera.
  • 30 kilómetros por hora. Límite genérico de velocidad destinado a las calles que tienen un único carril por sentido de circulación.
  • 50 kilómetros por hora. A partir de hoy este límite se aplicará en las vías de dos o más carriles por sentido de circulación.
  • Travesías. El límite máximo de velocidad en las travesías será de 50 kilómetros por hora para todo tipo de vehículos. Ese límite podrá ser rebajado por acuerdo de las autoridades municipales con el organismo titular de la carretera que atraviesa el término municipal.
  • Autovías en poblado. El límite será de 80 por hora. Es la velocidad genérica establecida para los tramos de autovías y autopistas que discurren por zonas urbanas. El límite podrá ser ampliado, previo acuerdo con el titular de la vía.

María Ángeles Herreros valoraba cómo esta medida está alineada con la Agenda 2030 y pretende un calmado de las calles y convertir las ciudades en espacios más seguros, reduciendo el riesgo de sufrir un accidente y la gravedad del mismo.

“La experiencia demuestra que la reducción de la velocidad tiene un efecto directo en la reducción de la siniestralidad de los más vulnerables; peatones, ciclistas, motoristas y usuarios de ciclomotor y no viene a suponer sin embargo una ralentización del tráfico, ya que los vehículos a motor en sus desplazamientos urbanos en el centro de las localidades no superan velocidades medias superiores a los 20 km/h”.

Para Raquel García, “la reforma de los límites de circulación en los cascos urbanos era una asignatura pendiente para la Dirección General de Tráfico”. Añade, además, que “en un atropello a 50 kilómetros por hora, el riesgo de fallecimiento de la persona atropellada se eleva al 90%, mientras que a 30 kilómetros por hora, el riesgo para que el resultado sea de fallecimiento se reduce al 10%”, por tanto “reducir los límites máximos de velocidad en los tramos urbanos es un instrumento muy eficaz de seguridad vial urbana, y es además fácil, barato y menos contaminante”.

La reforma del Reglamento General de Circulación que se aprobó el pasado mes de noviembre daba seis meses de plazo para implantar las nuevas velocidades en las vías urbanas, y así se comunicó a todos los ayuntamientos.

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