Preseentación del cartel y el programa de la Semana Santa de Ciudad Real

Ciudad Real se prepara para la Semana Santa. El olor a incienso y cirio impregnará las calles, el sonido de los tambores y cornetas romperá el silencio de la noche, las imágenes saldrán de sus templos y lugares de culto, y miles de cofrades demostrarán su fe cristiana cumpliendo lo que está escrito. El Antiguo Casino fue el escenario escogido un año más, para la presentación de la guía, programa de mano y cartel de la Semana Santa. Representantes de las 24 hermandades ciudadrealeñas, autoridades políticas, militares y religiosas estuvieron presentes en un acto reivindicativo y cargado de sentimiento.

Emilio Martín Aguirre, presidente de la Asociación de Cofradías, agradeció a todas las administraciones y entidades su colaboración para que la Semana de Pasión ciudadrealeña siga creciendo, en especial al Ayuntamiento, que aporta para su celebración más de la mitad del presupuesto total (cerca de 58.000 euros). Aguirre pidió, ahora más que nunca, que en estos tiempos que corren, en los que se duda de Dios, salgamos en defensa de lo que queremos y creemos. Cada cristiano -dijo- debe ser penitente, con túnica o sin ella, y vivir de forma única, la Semana Santa.

Por su parte la alcaldesa de Ciudad Real ensalzó en su discurso los valores que se ponen de manifiesto en la Semana Santa, unos valores que los cristianos llevamos en nuestro corazón todos los días del año. Por mucho que algunos se empeñen en decir lo contrario, hablando de laicidad y de un mundo sin Dios, la historia de España no puede concebirse sin la aportación de la iglesia y de miles de personas que dedican su vida a los demás.

Rosa Romero explicaba de esta manera su apoyo a la campaña emprendida desde la Asociación que preside Martín Aguirre para que la Junta de Comunidades, vuelva a denominar en el calendario escolar vacaciones de Semana Santa a estos días de recogimiento en vez de descanso entre el segundo y el tercer trimestre. Por mucho que algunos insistan y quieran tapar el sol con un dedo, los católicos, en Ciudad Real, Castilla-La Mancha y España, no somos una minoría anecdótica e insignificante, y se nos tiene que escuchar y respetar.

Muchos sentimientos afloran en cada uno de nosotros desde el Domingo de Ramos hasta el domingo de resurrección, imágenes, pasos, nazarenos, costaleros nos recuerdan que Jesús nació, vivió y murió por nosotros. Rosa Romero también reconoció la labor que realizan las Cofradías y Hermandades durante todo el año. El esfuerzo económico que hace el Ayuntamiento para respaldar esta celebración es importante pero está sobradamente justificado’.

La edil ciudadrealeña se congratuló de que el Gobierno regional haya ofrecido el antiguo Colegio Ferroviario como sede del ansiado Museo de la Semana Santa, un edificio con mucho significado para los ciudadrealeños. Romero concluía su alocución pidiendo a todos que nos fijemos en el Cartel de la Semana Santa de este año. La imagen de Jesús Cautivo, la del Cristo prendido y humillado, la del hijo de Dios que sufrió y murió para salvarnos y redimirnos. Esa es la dimensión trascendente de la Semana Santa que debe estar presente en estos días en cada uno de nosotros.

Las cofradías y hermandades de la Semana Santa de Ciudad Real, son parte de nuestra propia vida. No hay una sola Semana Santa. Hay tantas, como ciudadrealeños salen a ver las cofradías en unos días de encuentro con Cristo en su pasión redentora.

El encargado de cerrar el acto fue el vicario de la Diócesis de Ciudad Real, D. Miguel Esparza, fue el portavoz de quienes reconocen abiertamente ser católicos y se sienten acorralados por una gran minoría poderosa que gobierna de espaldas a la sociedad. Retiran crucifijos de las aulas, prohíben festivales de villancicos y cabalgatas, desmontan belenes. Decir que las vacaciones de Semana Santa es un descanso entre el segundo y tercer trimestre del curso escolar ha sido el último capítulo escrito por los que dicen apoyar esta celebración y no se dan cuenta de su valor religioso.

Esparza concluyó esta reflexión desde la perplejidad, afirmando que una sociedad que no respeta y apoya el hecho religioso no es una sociedad democrática, una sociedad que se deja vaciar sus comportamientos religiosos, no es una sociedad creyente.

Noticias relacionadas

MOD_TAGS_SIMILAR_NO_MATCHING_TAGS

Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestra web. Si sigues utilizando este sitio asumiremos que estás de acuerdo.