Plan Municipal de Adicciones

El Centro Cultural Antiguo Casino de Ciudad Real ha albergado esta tarde la I Jornada del Plan Municipal de Adicciones. La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, ha sido la encargada de inaugurar esta jornada impulsada desde la Mesa de Salud.

Zamora afirmaba que esta Mesa “es muy importante para el Ayuntamiento ya que había que tutorizar, sentar en una misma mesa a todas las entidades que están trabajando, porque muchas veces los recursos están dispersos por la ciudad, pero no se puede ofrecer un servicio integral”.

La primera edil admitía que estamos acostumbrados “a algunos tipos de adicciones como el alcohol y las drogas, pero también nos preocupa  la adicción al juego, y los anuncios de apuestas deportivas online, como algo que te da más prestigio, y esto está creando un problema entre los jóvenes. También a las nuevas tecnologías como los teléfonos móviles o los ordenadores. Hay que prevenir estos comportamientos y la educación ahí es la base”.

La concejala de Acción Social, Matilde Hinojosa, reconocía que una de las deficiencias que se detectó en la Mesa de Salud es que los recursos que pone a disposición cada entidad, no llegaba al resto de la población, por lo que en algunos casos no se llegaba a tiempo. De ahí surgió esta iniciativa en la que todas las entidades han explicado a qué se dedican y qué recursos hay en la ciudad para la población.

En esta reunión han participado las veinte entidades que participan en la Mesa de Salud, incluido la Asociación de Alcohólicos Anónimos, que se incorporará próximamente a la Mesa.

Preguntada sobre el botellón en la ciudad, la concejala y la alcaldesa reconocían que desde el Equipo de Gobierno se está valorando “diferentes opciones, porque no son decisiones que se puedan tomar a la ligera, sino que hay que abordarlo con otras entidades e instituciones”. Zamora reconocía que se está valorando la situación y hay sobre la mesa distintas opciones que se darán a conocer cuando se valoren con los colectivos implicados. “No es un tema que nos sentemos en una mesa y que en 10 minutos podemos acabar con el botellón, pero tenemos que ir reconduciendo las conductas de los jóvenes. La línea es que el botellón se vaya reduciendo, pero no podemos hacerlo de un día para otro, así no se acaba con unos hábitos que están establecidos en la juventud, porque ellos consideran que eso es su lugar de encuentro, y eso no se hace de un plumazo”.

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